lunes, 15 de junio de 2020

Coronavirus (97)

A la hora de criticar a la izquierda y mencionar a Orwell, suelo hacerlo principalmente citando Rebelión en la granja, quizá porque narra como ninguna otra obra de ficción lo que ocurrió con la revolución comunista en Rusia a principios del siglo XX.
Sin embargo, hay otra obra, también de ficción, donde retrata de modo inapelable lo que es una dictadura ya establecida. Me estoy refiriendo, claro está, a 1.984. Es una obra que no tengo tan clara, o de la que puedo citar menos pasajes (no literalmente, sino en términos generales), quizá porque es infinitamente más desasosegante.
Pero hay un elemento de la novela que tengo muy claro: ése que se refiere al hecho de que hay todo un departamento de la Administración dedicado a cambiar lo que dijo o publicó el Gobierno, de modo que parezca -las palabras se las lleva el viento, pero lo escrito permanece- que lo que es hoy es lo que siempre ha sido, de modo que el Gran Hermano siempre ha tenido razón.
Modestamente, esa es quizá una de las razones que me impulsaron, no a crear este blog -ahí estaría más bien lo de si todo el mundo tiene uno, ¿por qué yo no?-, sino a mantenerlo y publicar casi sin descanso -de hecho, y desde hace años, prácticamente sin descanso, en el sentido de que escribo todos los días… lo de publicar todos los días es fácil cuando sabes cómo programarlo, basta con pegarse panzadas de escritura de cuando en cuando-: que quede constancia de lo que algunos dijeron o hicieron en su día, de modo que no puedan cambiarlo. De dar argumentos para la réplica, en suma.
Toda esta larga introducción viene a cuento de la noticia de que, en plena pandemia, Iván Redondo -el ministro sin cartera del consejo de ninistros socialcomunista, podríamos decir- decía, en relación con las residencias de ancianos, que la autoridad competente era el Ministerio de Sanidad (lo escribo así, con todas las letras, sin juegos de palabras, alusiones despectivas y con las iniciales en mayúsculas, para que se vea que me hablo en serio). Así que ahora que no nos vengan con la responsabilidad de este o aquel ejecutivo autonómico.
Por ello, y por mucho más…
¡¡¡EL GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!

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