Una
de las tretas más repetidas por el desgobierno socialcomunista para avalar su
actuación (o la falta de la misma) es decir que actúan según las indicaciones,
bien de los expertos (¿en qué?), bien de los organismos internacionales.
Como en tantas otras cosas, mienten.
El
sistema de contabilizar los muertos por el Covid-19 ha variado varias veces a
lo largo de estos tres meses, con resultados tan curiosos como que el total de
fallecidos a una fecha determinada sea inferior al de una fecha anterior
(¿Habrán resucitado? ¡Milagro, milagro!) o que el total de los muertos
comunicados por las distintas comunidades autónomas sea inferior a la suma de
esos muertos regionales (sería para decir que es uno de esos casos en
los que el todo es menor que la suma de las partes).
Y
según el ninistro de Mortandad, el desgobierno sigue, al hacer el
recuento, el criterio de la Organización Mundial de la Salud y del Centro
Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. Lo que resulta que es falso, porque el organismo internacional no distingue entre los muertos por
coronavirus con o sin test y, al contrario de lo que hace el desgobierno, pide
que todos sean contabilizados. Y el organismo europeo se remite a la definición
de caso de la OMS, y de hecho la reproduce literalmente en su página web.
Además, deja bien claro que esta definición es la que debe usarse para la monitorización
de la mortalidad.
Por
ello, y por mucho más…
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