martes, 30 de junio de 2020

Reflexiones atemporales (V): Cuestión de gustos

Durante esta pandemia, y en mi entorno próximo, algunos han atribuido los comentarios críticos contra el desgobierno en general y su presidente en particular al hecho de que este último caía mal al crítico. Otros, en cambio, lo han atribuido a que esas ideologías no gustaban al crítico (vale, en este segundo caso, que no me gustaban, porque el crítico era yo).
Ambas afirmaciones eran certeras… y no lo eran, al menos no del todo. Es verdad que ni Pierre Nodoyuna ni Junior son, precisamente, objeto de mi devoción. También es cierto que no me gustan ni el socialismo -y menos en su actual encarnación hispana- ni el comunismo, se llamen como se llamen y se disfracen de lo que se disfracen.
Hay más. es que considero a ambos sujetos en concreto y a las ideologías que patronean como sumamente dañinos, perniciosos… en una palabra: peligrosos. Ojo, que no digo que todos los que se proclaman socialistas o (incluso) comunistas, sean malas personas. Conozco a varios de unos y otros a los que no dudaría en calificar de magníficos seres humanos, y que cuentan con mi aprecio y afecto.
Pero es que cuando uno de izquierdas es malo, es como uno de los hermanos Malasombra: malo malo malo de verdad.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: