martes, 19 de julio de 2016

Con un par

Para algunos (incautos, malvados), los neocom son unos muchachos bienintencionados que vienen a limpiar de basura la política española. Para otros (pesimistas, realistas, escarmentados, reflexivos) no son sino una muestra, puesta al día en cuanto a las formas inmediatas, del más rancio marxismo leninismo, que sólo persigue alcanzar el poder y, una vez conseguido este objetivo, mantenerse en él del modo que sea.
He dicho formas inmediatas. Sin embargo, en cuanto se confían, se despistan o, simplemente, se les contraría, los neocom española muestran los peores modos y maneras de la extrema izquierda de toda la vida. Basten dos ejemplos para aclarar esta cuestión.
El primero es el de la Villa y Corte. La penúltima ocurrencia de doña Rojelia ha consistido en la creación de una policía comunitaria paralela con jurados vecinales. O, por decirlo sin tanto artificio verborreico, y al más puro estilo de la dictadura cubana, el consistorio propone nombrar gestores de barrios, de quienes dependerán los agentes. Cuando se presentó semejante propuesta liberticida, la estríper asaltacapillas defendió que era una propuesta hecha por una consultora (lo cual es cierto, ya que se pagó por ella la bonita suma de dieciséis mil cuatrocientos cincuenta euros… mira que son tontos, Guillermo Toledo les podría haber explicado de primera mano cómo funciona el tema); sin embargo, inicialmente fue presentada como propia al resto de partidos. Al final, la oposición en bloque (menos mal que esta vez Carmena no fue apoyada por los cuates de su cuasihomónimo Carmona que, la verdad, no sé si sigue todavía en el grupo municipal socialista) logró paralizar el plan de la antigua abogada laboralista (sin desearle la muerte, ni mucho menos, de la que nos habríamos librado si hubiera estado en cierto despacho cierto día de los años setenta…)
El segundo ejemplo se produjo en Cádiz. El inefable Kichi, al tener también en contra a todo el consistorio de la tacita de plata, ni corto ni perezoso aprobó por su cuenta los presupuestos municipales. Es lo que hacen los neocom: si un norma no les gusta, no buscan cambiarla. Directamente, van y se la saltan.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: