Siendo
como fui escritor (aficionado) de ficción fantástica durante unos (pocos) años,
mientras estaba rematando este libro, si el autor tenía la trama bien definida
desde el principio o bien (aunque no es incompatible) se fue topando con
sorpresas a lo largo del camino (como me sucedía a mí, a veces: es una
experiencia muy agradable, la verdad). Cuando llegué al final y leí la
entrevista que remata el volumen, concluí que lo tenía todo bastante definido desde
el principio y que tras escribirlo lo único que tuvo que hacer fue (la metáfora
es mía) barajar las cartas. Y vamos a dejarnos de paréntesis.
No
recuerdo cuando supe de la existencia de esta novela. Antes de haber oído que
estaban haciendo una serie de televisión basada en ella, en todo caso. Sin
embargo, probablemente fuera el hecho de que tuviera conocimiento de la serie
lo que hizo que me comprara el libro.
El
libro es entretenido. El tema de los dioses antiguos en el mundo moderno
también es tratado en la saga de Percy Jackson, creo, pero aquí se toca de un
modo más adulto (si bien no soy de los que considera la literatura para niños o
jóvenes como una variedad menor del
arte de escribir). Además, las divinidades de la obra de Riordan (aquí me
columpio un poco, porque no he leído las novelas, sino que únicamente he visto
las películas) existen por sí mismas, por así decirlo; mientras que las de la
novela de Gaiman, además de ser avatares de los miembros de las diferentes
mitologías, dependen para su existencia (o para su sustancia) de la fe de sus
devotos: son, de hecho, esa fe y esos devotos los que traen a América (Estados Unidos) esas manifestaciones de las
divinidades.
Como
resumen, diría que la obra me ha dejado con ganas de más. Y eso es un gran cumplido,
señor Gaiman, viniendo de quien viene.
2 comentarios:
Gaiman empezó a hacerse popular escribiendo comics. Su "Sandman" es una lectura interesante y -junto con otros compañeros procedentes de la pérfida Albión, como Alan Moore, el de "Watchmen"-, vino a impulsar una especie de cambio de temática de las editoriales americanas, hasta el momento casi centradas solamente en los superhéroes.
Estimado anónimo:
Para nada me es desconocida (a grandes rasgos) la carrera profesional del señor Gaiman (de hecho, y sin saberlo entonces, leí lo que fue su estreno en el mundo del tebeo estadounidense (me refiero a 'Orquídea negra'). También conozco el revulsivo que el desembarco de los autores ingleses (muchos de ellos provenientes de '200 AD', si no recuerdo mal) supuso para el género superheroico, de DC en sus primeros momentos.
Conozco también la obra de 'Aquel que no debe ser nombrado' y he visto las adaptaciones cinematográficas de su obra, en mi opinión (diametralmente contrapuesta a la suya, puesto que abomina de todas y cada una de ellas) bastante ajustadas al origen 'literario' salvo en el caso de 'La liga de los hombres extraordinarios' (a aquello no lo salvaba ni el habitualmente inmenso Sean Connery en lo que sería su última aparición ante las cámaras).
No deja de sorprenderme, para terminar, que en general las entradas con las que tengo más comentarios suelen ser las de comentarios de libros. Hay mucho raro suelto, ahí fuera...
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