Solía decir mi madre que la ignorancia es osada. Pocas parejas habrá habido en la vida pública española que el psicópata de la Moncloa y su cónyuge, que, además, van de doctos por la vida, cuando a uno le tuvieron que copiar la tesis doctoral, y la otra ha sido incapaz de obtener una licenciatura y se muestra inepta para la oratoria.
Sin embargo, su prepotencia no conoce
límites, y les dicen a los demás lo que (ellos creen que) tienen que hacer, al
tiempo que ellos hacen lo que les sale de los dídimos. Es sí, como buena
pareja, hacen las cosas de consuno, y si el psicópata se querella contra el
juez que la está investigando -qué osadía, y aún mayor la de llamarle a declarar
a él como testigo-, ella no es menos y se querella por prevaricación y revelación de secretos.
Lo más probable es que no sepa escribir ninguna de las dos palabras…
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