viernes, 30 de agosto de 2024

A conveniencia

Negros puros en Estados Unidos hay pocos. Hasta donde se me alcanza, a menos que sean inmigrantes o americanos de segunda generación, todos son café con leche, con proporciones variables de leche.

Es más, al ser Estados Unidos un melting pot, el caldo genético que recibe una persona tiene tal cantidad de ingredientes que puede considerarse, a voluntad, blanco, negro, mestizo, mulato, indígena (perdón, nativo americano) y varias otras cosas más.

Es el caso de la actual vicepresidente y candidata a la presidencia por el partido Demócrata, Qué mala Harris, que según le parezca oportuno se define como afroamericana (aunque dudo que haya pisado África más que de viaje) o asioamericana o indoamericana (ídem).

Así, no es de extrañar que famosos latinos y negros (¿se puede emplear ese término?) se la disputen, mientras vuelve la matraca racial a Estados Unidos.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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