sábado, 3 de agosto de 2024

¿Injerencia?

Unos versos de Badlands, de Bruce Springsteen, que he citado aquí más de una vez, dicen, traducidos que el hombre pobre quiere ser rico, el hombre rico quiere ser rey, y un rey no está satisfecho hasta que lo gobierna todo.

El psicópata de la Moncloa no es un hombre pobre, ni siquiera un pobre hombre. Es un individuo ruin, miserable, egoísta y ambicioso que, eso sí, no quedará contento hasta que controle todos los resortes del poder.

Por sí o a través de sujetos que le hagan el trabajo sucio y mantengan una tenue apariencia de democracia para lo que va camino de convertirse, si es que no lo es ya, en una autocracia pura y dura.

Uno de esos lacayos es Golpe Pumpido, su mamporrero en el Tribunal Constitucional, un jurista despreciable que con tal de alcanzar sus fines, o los de su amo, es capaz de manchar su toga, no con el polvo del camino, sino hasta con la sangre de la banda terrorista de la ultraizquierda vasca.

O de apostar por la candidata de Moncloa -es decir, del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer; es decir, del miserable que pastorea a semejante recua de canallas- para presidir el Tribunal Supremo y (consiguientemente) el Consejo General del Poder Judicial, prácticamente el último reducto de libertad que queda en las instituciones estatales.

Esperemos que marre su apuesta.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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