En el Evangelio de san Mateo, capítulo 12,versículo 30, Jesús dice el que no está conmigo, está contra mí. Extrapolando, podríamos decir que quien no está a favor del bien, está contra él y, por lo tanto, a favor del mal.
Siendo esto especialmente grave en cualquier
persona, resulta peor aún en el caso del obispo de Roma que, lejos de mantener
una equidistancia entre buenos y malos, debería posicionarse claramente a favor
de los primeros y en contra de los segundos. Vamos, casi lo mimo que hacía el obispo de San Sebastián que ojalá se esté asando en los infiernos.
Afortunadamente, todavía quedan en la Iglesia Católica pastores que tienen las cosas más claras. Como un sacerdote en Canillejas que, en su sermón, ha perdido a la Virgen María que proteja a quienes luchan en Venezuela por la libertad.
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