Como dijo Winston Chruchill, un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. En este sentido, los antijudíos son fanáticos: da lo mismo las evidencias que se les presenten, para ellos Israel siempre será culpable y responsable de todo lo (malo) que ocurra en Oriente Medio.
Por eso, el que incluso la ONU reconozca que sus empleados participaron en la masacre de Hamás del 7 de Octubre resulta, para ellos, irrelevante: poco más que deberían dejarse matar mansamente, del río hasta el mar. E incluso más allá.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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