Si no desde sus inicios, desde muy temprano el partido de la mano y el capullo fue un enemigo de España y de todo aquello que pudiera contribuir a defenderla, desde la Iglesia hasta el ejército.
Por eso, cuando la decisión ha
sido que el cambio de aeronaves en la Patrulla Águila se produzca en unas
fechas que obligan a repensar el espectáculo de la Fiesta Nacional, a uno le da
por pensar si todo se deberá a una desgraciada casualidad…
…o no.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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