En este segundo volumen de la trilogía se desarrollan en paralelo dos intrigas políticas, una en Bakura -planeta que no visitábamos desde La tregua de Bakura, como bien señalan los autores en el agradecimiento- y la otra en la Ascendencia Chiss.
Sin embargo, las intrigas tienen
diferente cariz: mientras una busca lo que podríamos llamar mantener las
esencias, otra supone una traición flagrante (una que se apunta en el prólogo y
que se resuelve en el epílogo).
Ambas situaciones son solventadas,
naturalmente, por los Jedi; se da especial protagonismo a la pareja de gemelos
hijos de Han Solo y Leia Organa, mientras los caballeros senior quedan
en un segundo plano.
Esta tendencia, por lo que sé, aumentaría
en sagas posteriores -la del Nido Oscuro, la del Legado de la Fuerza o la del Destino de los Jedi-, por lo
que sé no publicadas en España.
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