Ya lo dijo Jorge Manrique en las Coplas a la muerte de su padre: a la hora de irnos para el otro barrio, allegados son iguales/los que viven por sus manos/y los ricos.
Siempre me he preguntado por qué,
a partir de cierto punto, hay quienes todavía siguen persiguiendo obtener más y
más dinero. No en el caso de empresarios o industriales (que también), sino de personas
metidas a la política que lo que persiguen no es el servicio público, sino el
servicio privado, particular.
Aunque también podría predicarse
de las personas normales. En mi caso, por ejemplo, tengo más de mil libros y no
pienso dejar de comprar más, ni tampoco regalar ninguno, a pesar de que
probablemente no relea casi ninguno. Y tengo tantas películas y series que
tardaría décadas en verlas todas, aunque no hiciera prácticamente otra cosa.
Todo, para nada.
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