El
butifarrendum II, celebrado en el
octogésimo primer aniversario de la proclamación de Francisco Franco Bahamonde
como Jefe del Estado (mira que, habiendo fechas en el año, tuvieron que ir a
elegir precisamente esa efeméride… desde luego, no son más tontos porque no se
entrenan, los pobreticos), fue una farsa sin las más mínimas garantías
democráticas: de urnas llenas antes de que comenzaran las votaciones a
recuentos hechos de cualquier manera, pasando por el hecho de que, con el
noventa y tantos por ciento de los sufragios escrutados, ya salía más del cien
por cien. Un esperpento, por no decir una mamarrachada.
Precisamente
por eso, nadie, aparte de los propios golpistas, ha dado validez alguna a los
resultados proclamados. Precisamente por eso, que ahora el partido del
estrábico con sobrepeso –cómo ha decaído la catadura moral y la categoría
política desde que al frente de ese partido se encontraba el que luego fue
marqués de Tarradellas- acuse al Gobierno de España de preparar un pucherazo para las elecciones regionales del 21 de
Diciembre, y anuncie que prepara un recuento paralelo, es un sarcasmo de la
peor especie.
Cree
el ladrón que todos son de su condición, evidentemente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario