A ver cómo lo digo… Uno a veces se queda patidifuso de las tonterías que son capaces de decir algunos, especialmente cuando esos algunos se supone que tienen estudios, una cierta cultura… que no son unos tuercebotas, vamos.
Hace un año, la Fiscalía
-que ya sabemos de quién depende- acusó a los denunciantes del caso
Neurona (el de la presunta financiación ilegal de los neocom) de
tener animadversión hacia la formación morada.
Antes de entrar en más
detalles, es raro que se denuncie a alguien porque se le tenga simpatía o
cariño. Salvo en el caso de familiares, en que la denuncia se hace por el bien
del denunciado (o esa es, al menos, la intención del denunciante), cuando uno
pone un delito en conocimiento de las autoridades es porque el criminal y/o el
crimen no le inspiran simpatía (lo de odia el crimen y compadece al criminal
es una de tantas pamemas giliprogres). Así que la declaración sobraba.
Pero es que la fiscal
del caso tiene un posible sesgo ideológico, puesto que asesoró al exministro
del PSOE Francisco Caamaño e integró, junto con la tercera autoridad consorte del Estado, una comisión para elaborar una Ley.
Por otra parte, salvo que medie un interés crematístico, ¿qué persona de bien con un mínimo de inteligencia no siente animadversión hacia el comunismo? ¿Quién no se la tendría?
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