lunes, 7 de febrero de 2022

Júrgol es asina

Los futbolistas, como los actores, no tienen por qué ser gente especialmente inteligente. De los segundos dijo Katharine Hepburn -que, con cuatro premios de la Academia, algo debía saber sobre el tema- que tampoco era para tanto, puesto que su trabajo se limitaba a aprenderse un texto de memoria y seguir las indicaciones del director.

En cuanto a los futbolistas, su tarea se reduce a dar patadas al balón -a ser posible, hacia la meta contraria- o, en algunos casos, a los rivales, así como a usar ocasionalmente la cabeza para rematar o despejar el balón. Pedirles unas funciones cerebrales superiores es algo que, en general, está condenado al fracaso.

Hay excepciones, claro, como el mítico fútbol es fútbol de Vujadin Boškov, que dentro de su aparente simplicidad engloba todo un mundo; pero luego hay docenas de frases como que un entrenador no tiene corazón, o que decide lo que tiene que decidir únicamente para ganar.

Lógicamente: lo primero es, o debería ser, el equipo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: