A lo largo de la mayor parte de mi vida adulta -sea cuando fuere que comenzase esa etapa- he sostenido que yo era monárquico, no borbonista ni -mucho menos- juancarlista. También solía decir que estaba a favor de la institución, no por la persona que la ocupaba, sino a pesar de ella.
Eso me permitido, pienso, seguir manteniendo mis convicciones -y
defendiéndolas, que es casi más importante- cuando han salido a la luz los
(vamos a calificarlos así) deslices humanos de quien fuera, hasta hace cosa de
un lustro, Jefe de Estado de España.
Hace un año, la noticia era que Juan Carlos I habría pagado otros cuatro millones de euros a Hacienda por rentas no declaradas. Como siempre,
tratándose de personas que han cometido un (presunto) delito, si
voluntariamente realizan algo para compensar la falta, es porque les trae
cuenta; es decir, que padre de Su Majestad el Rey don Felipe VI, a quien Dios
guarde muchos años, probablemente tenga mucho más dinero escondido donde
(metafóricamente) ha salido éste.
Pero, por todo lo dicho, mantengo mi postura: la monarquía, si no el
mejor sistema para España, es, sin duda de ningún tipo, el menos malo.
¡¡¡VIVA EL REY!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario