Un rasgo de los liberticidas es acusar a los demás de los defectos de los que ellos mismos adolecen.
Así, cuando el presidente
del consejo regional de gobierno catalán amenaza al desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, diciendo que o resuelve el
conflicto de Cataluña o se abre paso la extrema derecha, no parece darse
cuenta de que los rasgos que tradicionalmente se atribuyen a la extrema derecha
-y ya sabemos que fascismo y nacionalsocialismo no son sino extrema izquierda-
son los que caracterizan a la casta dirigente catalana: supremacismo, racismo,
xenofobia, expansionismo y embustes patológicos.
De Jorgito Polluelo en adelante, todos y cada uno.
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