Como
decidí poner a la cola las noticias que iban surgiendo en relación con el atentado
islamista en Barcelona, es ahora, aproximadamente un mes después, cuando paso a
comentarlas.
Hoy
toca hablar de las ruedas de prensa que las autoridades autonómicas dieron en
relación con los asesinatos. Para empezar, distinguieron entre víctimas catalanas y españolas; según ellos, porque la gente se lo pedía. No actuaron
igual cuando la gente (un periodista
extranjero) solicitó en rueda de prensa que las declaraciones no se hicieran en
catalán sino (es una valoración mía) en un idioma con un poco más de difusión
internacional.
Naturalmente,
las autoridades regionales, decididas a hacer
patria hasta con los muertos (pero abroncando preventivamente a cualquier
otro que se acercara mínimamente a buscar un rédito político de la desgracia),
se negaron a hablar en otra lengua que no fuera el dialecto barcelonés del
occitano, y el periodista en cuestión se marchó.
Si
se hubiera adoptado esta actitud –me refiero a la del periodista- desde un
principio, otro gallo nos cantaría ahora.
En
español, por supuesto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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