España
es un país que, en algunas cosas (bueno, quizá en bastantes, y sin duda alguna
en demasiadas), da verdadera pena. Una de ellas es el respeto a los símbolos
patrios, de la bandera al himno pasando por el Jefe del Estado. So capa de una
pretendida libertad de expresión, la
primera puede ser quemada, el segundo chiflado (uno puede silbar con sentido de la melodía, lo que no es en absoluto
criticable ni vituperable) y el tercero abucheado. Pero si uno hace lo propio
con parejos símbolos regionales o locales, ¡que se vaya preparando! Será
tildado de intolerante, fascista o, lo que es mucho peor a ojos de los
ofendidos, de españolista.
Viene
siendo una tradición, cuando es el Farça
el que juega la final de la Copa de fútbol de Su Majestad el Rey –y no digamos
ya si el otro finalista es el Athletic de Bilbao-, que al interpretar la Marcha
Real, la piara culerda se dedique a
silbar la música que representa a todos los españoles y que debería unirles. Dado
el nivel de excelencia de juego alcanzado por el club que fundó Hans Gamper –básicamente,
gracias a la genialidad del enano hormonado-, ha sido casi una constante que el
equipo cuyo escudo se asemeja en su forma al rostro de Manuel Chaves estuviera
presente en dicho partido en los últimos tiempos. Y semejante acto de grosería
(cuando menos; me refiero al chiflido, no a la presencia) nunca ha tenido
consecuencias desagradables para el equipo que cuando juega en casa lo hace en
un estadio llamado Campo Nuevo,
aunque tenga ya medio siglo.
Y
cuando las tiene, son risibles. Dos años después, la Audiencia Nacional al fin
ha abierto juicio oral por la pitada del año 2.015 (es de esperar que dentro de
un año se abra por la de 2.016, y dentro de dos por la de 2.017). Y la Fiscalía
pide, como pena, una multa de catorce mil cuatrocientos euros. Nada más. Lo que
deberían hacer es excluirles de participar en la competición del año siguiente
a aquél en que se produzca el desacato, a ver si aprenden.
Por
otra parte, la entidad es abiertamente secesionista, así que de ese modo se
irían preparando para cuando tengan que jugar la copa de su paisito, y no la de ese al cual no
quieren pertenecer, dicen.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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