lunes, 21 de julio de 2025

A callarse todo el mundo

La izquierda lleva un paso más allá la formulación de que los derechos de uno terminan donde empiezan los de los demás, y lo hace en el sentido de tus derechos terminan donde a mí me da la real gana.

La Constitución Española consagra la libertad de opinión y de expresión (artículo 20.1), señalando que el ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa (artículo 20.2).

Pero a los miembros de la coalición Frankenstein les molestan las preguntas que no sean pasarles la mano por el lomo o chuparles el ojete, y han decidido dar a Paquita Alcanfor la posibilidad de expulsar de la cámara baja a los medios críticos.

Va a resultar que sí que tienen algo de sentido del ridículo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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