Hace cosa de treinta años comenzó a aflorar una trama de corrupción vinculada al partido de la mano y el capullo.
Para el gobierno de entonces no se trataba
más que de casos aislados (por docenas… hasta por cientos) de sujetos
que a título particular se habían lucrado aprovechando su cercanía al poder. Pero
luego se supieron más cosas. Como que esa trama estaba dirigida desde la propia
formación, porque coadyubaba a la financiación ilegal del partido.
Exactamente igual que ahora. Lo que parecía
simplemente el caso de dos vivales que se habían dedicado a llenarse los
bolsillos ha ido derivando, otra vez, en lo de siempre: la rapiña que es
consustancial al partido fundado por Paulino Iglesias Posse.
Porque las empresas de la trama de obras amañadas
pagaban nóminas a Koldo para
hacer llegar la financiación a Ferraz. Porque Santos Cerdán, a pesar de sus
proclamas de inocencia, ha apuntalado esos indicios de financiación ilegal al admitir que seguía los pagos de las obras como responsable del PSOE.
En cualquier otro país -uno medianamente normal-,
el gobierno ya habría caído. Pero oye, es que España es diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario