Dice el refrán que una retirada a tiempo es una victoria. Claro, que también hay fregados en los que es mejor no meterse.
Algo que nadie parece haberle dicho al
ministro de Economía del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia
de padecer. Este sujeto -que en un alarde de giliprogrez fue a su toma
de posesión con deportivas… un poco de por favor- había presentado su candidatura
para presidir el Eurogrupo.
Cualquiera con dos dedos de frente sabía que
no tenía ni media posibilidad. No la tuvo Nadie Peludiño (hacía tiempo
que no hablaba de ella) cuando el psicópata de la Moncloa era el niño bonito
de la izquierda europea, y la iba a tener este pan si sal cuando la mierda de
los escándalos de corrupción cerca al desgobierno socialcomunista que tenemos la
desgracia de padecer. Por eso, que se rindiera y retirara su candidatura fue un
ataque de realismo.
Al menos no dijo que las uvas estaban verdes…
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