lunes, 16 de septiembre de 2024

Con un conde don Julián nos basta

Como no paro de repetir, dijo don Manuel Fraga Iribarne que un socialista es alguien capaz de afirmar una cosa y la contraria. En esto, como en tantas otras cosas, el psicópata de la Moncloa no supone una novedad, sino un más de lo mismo, una versión corregida y aumentada de lo de siempre.

Sin embargo, ha elevado sus cambios de opinión casi a la categoría de arte. Ya no es que se contradizca a sí mismo, es que es capaz de hacerlo en el curso de un solo viaje (no ha llegado a hacerlo dentro de un mismo discurso, pero todo se andará).

En su último periplo por África, dijo primero que España necesitaba un cuarto de millón de inmigrantes (creo que dijo al año) para mantener la economía en marcha (no añadió que serían inmigrantes musulmanes, y por lo tanto machistas y profundamente intolerantes con otras religiones y reacios a adaptarse al modo de vida de su país de acogida). Poco después se manifestó como el más acérrimo defensor de la expulsión de los inmigrantes ilegales (en la práctica, la inmensa mayoría de los que atraviesan nuestras fronteras).

¿A qué se debió ese viraje? Por lo visto, a informes que indicaban el rechazo de sus bases a su llamamiento a más inmigrantes. Que una cosa es soportar al desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer con tal de que no gobierne la derecha, y otra muy distinta que pongamos un puente de plata al invasor.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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