Dijo Winston Churchill que una democracia es cuando llaman a la puerta de tu casa a las cinco de la mañana y es el lechero. A contrario sensu, si llaman a tu casa a horas intempestivas y no sabes quién puede ser, vives en una autocracia o en algo que va camino de serlo.
Todo esto viene al hilo de la investigación
que la policía emprendió sobre algunos de los intérpretes del musical compuesto
por Nacho Cano. Según el artista, la investigación era una persecución por el
hecho de haberse manifestado crítico con el desgobierno socialcomunista que
tenemos la desgracia de padecer y favorable a Isabel Díaz-Ayuso, bestia negra
del psicópata de la Moncloa.
Y teniendo en cuenta que -aunque ha soltado
algunas conspiranoias bastante en la línea de Miguel Bosé con la COVID- le dejaron
en libertad en pocas horas, que no se ha probado ninguna de las acusaciones y
que, según el artista, la policía envía mensajes a sus artistas para ligar, el aquí
esto nunca podrá pasar de Venezuela está cada vez más cerca de pasar.
Así que cuidado con lo que votáis... si os vuelven a dejar hacerlo, claro.
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