Los autócratas tienden a pensar que las normas que rigen para el común de los mortales no van con ellos. De acuerdo, son autócratas y ese rasgo de carácter se les da por supuesto. Lo malo es cuando su círculo familiar cae en la misma línea de razonamiento.
Para ocupar una cátedra hace falta ser
catedrático; sin embargo, la pareja del psicópata de la Moncloa no lo es (por
no ser, ni siquiera tiene una licenciatura), y aun así le dieron una cátedra en
la Complutense.
Si tienes un puesto de trabajo, lo esperable
es que lo desempeñes. Sin embargo, el cuñado de la pareja del psicópata de la
Moncloa -es decir, el hermano de éste, aunque oculte el parentesco bajo otro
apellido- hizo pellas día sí y día también, convirtiéndose en una suerte de teledirector
de orquesta.
Pues ahora, un informe judicial ha establecido que el susodicho sí debería haber cumplido la jornada general de los trabajadores.
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