jueves, 7 de agosto de 2025

Causa finita, ché

En tiempos del peronismo, un chiste sobre los argentinos decía que una persona haría el negocio de su vida comprando un argentino por su valor real y vendiéndolo por lo que el propio argentino decía que valía.

Esto era así porque, a pesar de ser un país riquísimo, había caído en manos de una clase política ladrona -más de lo que es costumbre entre los políticos- que se dedicaba a robar al manos llenas y a subvencionar con subsidios a la población para mantenerles aborregados.

Por lo tanto, lo que está consiguiendo Milei no tiene nada de extraño: consiste en no robar (tanto, al menos) y en suprimir gastos innecesarios. Como es el caso de las pensiones, en las que el fraude era descomunal: el sesenta por ciento de los perceptores no se presentó a la revisión médica. Se me ocurren dos posibles razones: los motivos alegados eran falsos, y se habría descubierto el pastel; o estaban muertos… y se habría descubierto el pastel.

En cualquier caso, no tendrían derecho a la percepción, por hache o por be.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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