viernes, 1 de agosto de 2025

La derrota no es una opción

Por mucho que la progresía occidental, siempre antihebrea (el término antisemita, aunque empleado como sinónimo, es étnicamente incorrecto) ponga a parir al Estado de Israel, hay dos cosas que hasta ellos tendrán que admitir: que es la única democracia de la región -iba a decir que nada más cercano que Grecia sería comparable, pero supongo que Chipre cuenta como democracia… al menos en la parte no ocupada por Turquía- y que no puede permitirse perder una sola guerra porque eso supondría su desaparición como nación.

Desde los atentados terroristas del 7 de Octubre de 2.023, Israel ha abandonado en general las sutilezas y parece haber optado por obviar el qué dirán. Si hay que bombardear un hospital porque en él se encuentran escondidos terroristas palestinos -términos que parecen ser equivalentes, dado el poco rechazo aparente que Hamás parece encontrar entre los palestinos-, se bombardea; si hay que acabar, uno tras otro, con los jefes de los servicios secretos iraníes o con los científicos al cargo de la consecución de explosivos nucleares, se acaba; y si hay que bombardear la sede del Estado Mayor sirio en Damasco, se bombardea.

Porque, como ya digo, Israel no puede permitirse dar un solo paso atrás. No tiene dónde retroceder, ni le van a permitir recuperar el terreno perdido.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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