sábado, 16 de septiembre de 2017

A las barricadas

Los Clicks Unidos de Playmobil son la variedad catalana de esa cara desagradable que hay en todos los ataques al poder establecido, sean dichos ataques justificados o no. Son la masa, la turba, la muchedumbre enardecida que quiere destruir lo que hay, no para construir algo nuevo (no mejor necesariamente, pero sí diferente), sino por la simple pulsión irracional de destruir. Son los sans-culottes de la Revolución Francesa como ejemplo más característico.
Otro rasgo de esa masa es que inicialmente son considerados por los listillos del ataque –aquellos que quieren, no destruir lo que hay, sino simplemente apartar a los que están para colocarse ellos- como una herramienta, una especie de tontos útiles, una palanca con la que cambiar la situación que, una vez modificada según los designios de esos listillos, será apartada y olvidada, puesto que ya ha cumplido su función. Pero esa palanca suele resistirse a dejar de ser utilizada, o podríamos decir que le ha cogido el gusto a actuar, y cual bola de nieve deslizándose por la ladera, una vez puesta a rodar es muy difícil, por no decir casi imposible, detenerla.
En el caso de Cataluña, como digo, Arturito Menos y sus muchachos creyeron que apoyándose en la CUP (entonces con Chancleto, ahora con la de la esponja para la higiene mensual y la crianza por la tribu) podrían forzar la situación a su favor. Como en tantas otras ocasiones anteriormente, estaban cebando una bestia que acabaría devorándoles.
Ya tuvieron un aviso con la elección de Cocomocho como presidente del consejo de gobierno de la comunidad autónoma, que estuvo sometida a los vaivenes y veleidades de esa panda de desharrapados asamblearios hasta que, cansados (por el momento) de hacer el payaso, y viendo que se acercaba el final del plazo para la elección, le dieron su voto. Pero desde entonces, sabedores de que tenían cogido al susodicho por los dídimos, su chulería y engallamiento han ido a más, tanto de puertas adentro como de puestas afuera. Y los antaño nacionalistas moderados, cada vez más minoritarios, han tenido que ir radicalizando sus posturas y planteamientos para no ser dejados atrás, no sólo por los greñudos, sino también por los que verdaderamente están sacando tajada de todo esto: el estrábico con sobrepeso y sus compañeros, actualmente la formación que capitanea la intención de voto en las encuestas.
Cansados de hacer el paripé, y en medio de la resaca por el atentado islamista en Barcelona, los Clicks se dejaron de medias tintas y pidieron que muriera el proceso y empezara la via de la desobediencia. Aunque esto plantea una cuestión interesante: si ahora ha de comenzar la vía de la desobediencia… ¿qué demonios es lo que han estado haciendo hasta la fecha, pasándose por el escroto normas jurídicas y resoluciones judiciales cuando les ha salido de la pituitaria?
A lo mejor es que, en catalán, desobediencia es otra cosa, y el vocablo tiene matices que no soy capaz de alcanzar a percibir…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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