miércoles, 27 de septiembre de 2017

No me fío ni un pelo

Eso fue lo que pensé, hace casi un mes, cuando leí que populares, suciolistos y naranjitos habían cerrado filas para delegar en la justicia la respuesta al desafío secesionista. Y no me equivoqué.
Porque si de algo puede estar uno seguro es que un político, y más si es español y de izquierdas, mirará primero por sus intereses personales, luego por los de su partido y finalmente, y sólo en última instancia, por los de España. Los del partido de la mano y el capullo han dado sobradas muestras de ello a lo largo de su más que centenaria historia, y las dieron de nuevo cuando en sede parlamentaria se debatió la cuestión. Tales han sido los vaivenes de las declaraciones de Sin vocales que parecía que, más que hacer política, lo que hacía era bailar la yenka.
Es decir, un pasito p’alante, un pasito p’atrás…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: