jueves, 14 de septiembre de 2017

Dime de qué presumes...

Los socialistas españoles suelen tender a considerarse como el culmen y el epítome de la democracia y el progresismo. Por ejemplo, se les llena la boca con lo feministas que son (todas… y todos, recordemos a Rodríguez diciendo que era rojo y feminista), pero omiten cuidadosamente el hecho de que en la segunda república, al plantearse el tema del sufragio (activo) femenino, fuera la izquierda la que con más fuerza se opuso a semejante posibilidad porque, decían, las mujeres estaban muy influenciadas por sus maridos y, sobre todo, por los curas (lagarto, lagarto), por lo que indefectiblemente votarían a la derecha.
Los socialistas suelen alardear de su respeto a la libertad de opinión, a la tolerancia con otras posturas y posiciones. Sin embargo, semejante alarde se queda en nada cuando uno lee que Ferraz ha llamado al orden a las federaciones regionales en el tema de la plurinacionalidad de España: opinen lo que opinen, es de obligado cumplimiento.
Yo también soy muy tolerante con las ideas de los socialistas. Pueden pensar lo que quieran… siempre y cuando no pretendan llevarlo a la práctica, claro está.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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