viernes, 29 de septiembre de 2017

El tiempo se acaba

No sé si este año batiré el récord de entradas (la cosa está complicadilla), pero lo que es seguro es que este mes sí que bato la marca mensual. De hecho, si todos los meses fueran así, haría cerca de seiscientas entradas al año, lo que tampoco es plan. Aunque monótona, uno tiene una vida que vivir…
A dos días de la fecha del butifarrendum II, pocas cosas quedan ya por delimitar. Por un lado, el gobierno ha constatado que la policía regional no impedirá la ilegalidad, y asume un Domingo de festividad y celebración. Será para los golpistas, porque para los españoles amantes de la Ley y el orden será, parece, un día de duelo y tristeza.
En Vascongadas, los concejales p-etarras piden urnas a los secretarios municipales para llevarlas a Cataluña. Una nueva muestra de que ETA no ha sido derrotada, sino más bien todo lo contrario: victoriosa y pujante, no tienen ningún recato ni rubor en saltarse el ordenamiento jurídico a la torera (supongo que a la torera portuguesa, porque los matadores, salvo el Cordobés padre, no se dedican a pegar brincos). No es que antes no lo hicieran, pero se ponían capuchas, siquiera metafóricamente. Ahora lo hacen a cara descubierta.
Luego tenemos el caso del defensa central del Farça, que se ha dejado de medias tintas y ha llamado a votar en el acto ilegal. Inmediatamente se ha levantado un clamor en las redes sociales para que no vuelva a vestir la camiseta de la selección española, algo muy natural puesto que es evidente que no se siente español. Y algunos todavía se preguntan el porqué de los pitidos que recibe por toda la geografía nacional en cuanto pisa un terreno de juego.
Uno de los integrantes (el que tiene nombre y apellido menos catalanes, curiosamente) del (felizmente) disuelto dúo de El último de la fila también ha opinado sobre el tema, diciendo que humillar no es el camino. Dejando aparte que si alguien humilla aquí son los golpistas, es lo que pasa cuando pones un micrófono delante de un ignaro: que las tonterías que profiere habitualmente se oyen con mucha más claridad.
Y, finalmente, algo para lo que no hay enlace, porque la información la oí anoche por la radio: el comunicado de la Conferencia Episcopal Española. Como le dije a mi padre, la iglesia española (ya es la segunda vez que me sale españoña y tengo que corregirlo, quizá alguien está intentando decirme algo…) o, al menos, su jerarquía, cada vez da más asco. No sólo es que adoptan el lenguaje de los golpistas (no existen los derechos de los pueblos, sólo tienen derechos las personas), sino que, al ponerse de perfil, lo que hacen en realidad es ponerse del lado de los malvados. Entre el bien y el mal, Excelencias Reverendísimas, no caben equidistancias: el que no está con el bien, está contra él.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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