La
primera: resulta que, publicado un manifiesto en contra del butifarrendum II (firmar es gratis, de
momento), un grupo de profesores universitarios partidarios de la independencia
lo han intentado contrarrestrar con otro basado en un cuestionario en Google,
en el que se apuntado hasta Kim Jong-un. Sobre esto, caben dos posibilidades:
que hayan hecho el ridículo, demostrando la calidad
de los criterios que emplean para determinar si quienes firman lo hacen con su
nombre o se inventan un alias… o que sea verdaderamente el tirano comunista el
que apoye el golpe de Estado catalán. Casi mejor el ridículo, ¿no?
La
segunda: salta la noticia de que el Ministerio de Hacienda controlará los pagos con tajerta de los altos cargos de la Generalidad catalana. Porque serán todo
lo nacionalistas, secesionistas o independentistas que se quiera, pero al fin y
al cabo son catalanes. Y ya se sabe, la pela es la pela…
La
tercera: resulta que, por lo visto, hay cuatro vías por las que Cocomocho y el est´rabico con sobrepeso
pueden ser destituidos de sus cargos. A saber: ser suspendidos por el Tribunal
Constitucional, ser suspendidos por el Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña, aplicación del artículo 155 de la Constitucion y aplicación de la Ley
de Transparencia. Pues ya están tardando…
Y
la cuarta: los neocom lanzan su
propuesta para Cataluña, una asamblea extraordinaria, de la que excluyen expresamente al Partido Popular y a la que convoncan a aquellas
fuerzas comprometidas con la democracia y con la defensa de los derechos
civiles. Dejando aparte que eso les excluiría automáticamente a ellos
mismos, ha resultado que sólo han acudido secesionistas y regionalistas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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