lunes, 25 de septiembre de 2017

Alemania, sobre todo

Lo que ha ocurrido en Alemania es, aproximadamente, lo que viene ocurriendo en toda Europa desde hace años, con la posible excepción del Reino Unido que, en esto también, demuestra ser diferente. Repasemos.
Han ganado los cristianodemócratas, es decir, Ángela (cómo me chirría cada vez que un locutor pronuncia Ánguela) Merkel. Sobre ese extremo había pocas dudas, la cuestión era qué resultados obtendía. Y en escaños en el Bundestag, que es lo que cuenta, ha perdido uno de cada cinco que tenía (de unos trescientos ha pasado a rondar los doscientos cuarenta); lo cual, aunque es un desgaste a tener en cuenta, no está mal después de más de una década en la cancillería.
Los socialdemócratas han quedado segundos, pero con un bajón importante (de una tercera parte, creo recordar) y obteniendo sus peores resultados históricos. Esto es algo que ya ha ocurrido en otras partes de Europa (España, Francia y Grecia, sin ir más lejos): la crisis se los ha llevado por delante porque sus recetas no sirven para paliarla, y si se mueven a derecha (como en Alemania) o izquierda (como en España), el electorado suele tender a preferir el producto genuino y no una mera copia.
Y los terceros han sido, parece, los populistas de derechas. Sí, ya sé que algunos los llaman neonazis o ultraderechistas, y hasta es probable que lo sean; pero en tanto en cuanto, por una simple cuestión de justicia semántica, sus homólogos de izquierdas no reciban la misma calificación de extremistas (Junior, sin ir más lejos: no nos engañemos, los comunistas son la extrema izquierda, aquí y en Vitigudino), yo no lo haré.
Y al final, como en España, como en Italia (no como en Francia, donde el que ha ganado ha sido una especie de populista de centro que, como el globo hinchado que fue parece irse desinflando a marchas forzadas), Merkel se verá obligada a hacer encaje de bolillos (entre los liberales, que vuelven, y los Verdes, que siguen) si quiere formar gobierno. Esperemos que lo consiga porque, para bien o para mal, lo que ocurre en Alemania afecta a toda Europa.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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