domingo, 11 de agosto de 2024

Catetonia

En este desquiciado país en el que nos ha tocado vivir, que sea noticia un comportamiento lógico demuestra bien a las claras lo demenciada que está la situación.

El ayuntamiento de Barcelona, cuando lo timoneaba la bruja Piruja, impuso una multa de veinticinco mil euros a un propietario que se negó a ofrecer un alquiler social a quienes le habían ocupado la casa. Es decir, que además de cornudo, querían que pusiera la cama, y como no lo hizo, le apalearon.

Ahora, un juez ha anulado semejante dislate. Teniendo en cuenta que algunos propietarios acumulan sanciones por hasta siete millones de euros, interesa que la cosa tenga continuidad.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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