sábado, 31 de agosto de 2024

Proceso al proceso (641)

Como ya puso de manifiesto La Trinca en su canción Vidas paralelas, el problema de los fundamentalismos -y de los fundamentalistas- es que acaban quedándose solos: o bien consideran que los demás no están a la altura de su exigente baremo, o bien son los demás los que se hartan y mandan al fundamentalista a tomar por donde amargan los pepinos.

En el caso del separatismo catalán, todos consideran que todos los otros no están a la altura o son demasiado ilusos, o demasiado blandos, o contemporizan demasiado con el Estado centralista y opresor.

Ahora es la sedicente y sediciosa asamblea nacional catalana la que ha roto con el cuerpo regional de policía y le acusa de ser franquista, al tiempo que exige a la consejería de Interior depurar responsabilidades porque el informe de la policía relativo a la no detención de Cocomocho enviado al Supremo alude al terrorismo nacionalista blanco.

Teniendo en cuenta que el cuerpo en cuestión se fundó -¡por Felipe V!- a comienzos del siglo XVIII, habrá que concluir que el espíritu nonato del Generalísimo poseía al nieto del Rey Sol.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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