Vengo sosteniendo desde hace tiempo que el partido de la mano y el capullo es una formación confesadamente delinquidora desde sus orígenes. En ocasiones disimulan un poco -la dictadura de Primo de Rivera, una cierta parte del gonzalato-, mientras que en otras -el estreno parlamentario, las amenazas al jefe del gobierno durante el reinado de Alfonso XIII, la segunda república, el rodrigato- no se cortan un pelo.
La etapa del psicópata de la Moncloa, la
segunda, es una de esas en las que van a calzón quitado: más que
descaradamente, podríamos decir que con desfachatez. Por ejemplo: siempre han
buscado controlar las instituciones, pero el modo en que lo están haciendo
resulta obsceno, por el servilismo que, de la tercera autoridad del Estado para
abajo, muestran todos para con el autócrata al mando.
Y así, no parece importarles que se sepa que Golpe
Pumpido, presidente de lo que llaman tribunal de garantías -a estas
alturas, lo único que garantizan es que hará lo que más convenga a que Sin
vocales siga detentando el poder- se reuniera, primero con zETAp y luego
con su versión corregida, aumentada y empeorada, y que hablaran de las elecciones en Venezuela y la ley de bajada de pantalones.
A mayor abundamiento, Golpe Pumpido se
reunió con Pdr Snchz en el palacio de la Zarzuela, tras la toma de posesión
de los nuevos vocales del Consejo General del Poder Judicial, a los que no tuvo
empacho en aconsejar que eligieran pronto a un presidente, y que ese
presidente fuera una mujer.
Y yo me pregunto si tiene que ser una mujer de
las de toda la vida, de acuerdo con la genética y la biología, o bastará
con que uno de los veinte vocales, el que sea, declare un instante antes de la
votación que en ese momento se siente mujer y que quiere ser considerada como
tal.
Apuesto a que esa no la visteis venir…
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