Ya hace cosa de cuatro décadas se acusaba a la Unión Europea, antes sólo Comunidad Económica Europea, de ser únicamente una panda de burócratas completamente alejados de la realidad que se dedican a mirarse el ombligo y a dictar disposiciones sobre materias de las que no tienen conocimiento práctico.
Sin embargo, la realidad es tozuda, y a veces
obliga a cambiar de idea hasta a los zopencos más recalcitrantes. Como por ejemplo,
cuando la Unión Europea se ha visto obligada a desmontar su reforma de bienestar
animal, que condenaba al cierre a muchas explotaciones ganaderas.
A ver si se enteran algunos por aquí…
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