Quizá haya un componente, importante incluso, de sesgo de confirmación por mi parte. Pero cuando digo que, en la llamada cuestión catalana, los de la mano y el capullo son parte del problema y no de la solución, es porque los hechos corroboran mi opinión, o así al menos me lo parece a mí.
Porque no parece que se mucha solución -salvo
que una bajada de pantalones se tenga por tal- el activar una denominada mesa
de coordinación policial cuando ésta sólo controla a agentes locales, no regionales o nacionales.
Y no parece que las propias fuerzas del orden
estén muy de acuerdo con el desgobierno socialcomunista que tenemos la
desgracia de padecer cuando policías y guardias civiles recriminan al ninistro
Pekeño que no se hiciera nada para detener a Cocomocho.
Como las propias fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado señalan, sus motivos tendrá.
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