lunes, 12 de agosto de 2024

Pinocho, a su lado, un epítome de sinceridad

En los cinco días que dijo que se tomaba para reflexionar si merecía la pena seguir detentando el poder, no se dedicó a pensar. Al menos, no sólo. Por lo visto, lo que hizo fue pedir un análisis de las pruebas incriminatorias que podían salir a la luz sobre los negocios de la persona que (presuntamente) le hace compañía en el colchón de la Moncloa.

Visto lo visto y la deficiente estrategia que están siguiendo (da la impresión de ser una mezcla no demasiado elaborada de improvisación y bandazos), quizá debería haberse tomado cinco semanas… o cinco meses.

Más tiempo que nos habríamos librado de su presencia.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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