viernes, 2 de agosto de 2024

Fiat iustitia, et pereat mundus

Enlazando con la entrada anterior, el juez instructor no para de demostrar que tiene muy bien puestas… las puñetas. Ateniéndose al ordenamiento jurídico, lo aplica sin miramientos ni consideraciones a quien tenga enfrente.

Es, en definitiva, un ejemplo paradigmático de lo que es la separación de poderes. Y si el abogado de la pareja del psicópata de la Moncloa llega tarde a la declaración del rector de la Universidad Complutense, se le deja fuera de esa declaración.

Y punto.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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