martes, 3 de octubre de 2017

Adelante, adelante

Los políticos no tienen palabra, y menos si son españoles (salvo excepciones, como Aznar cuando dijo que sólo estaría dos mandatos y cumplió) y de izquierdas. La actual alcaldesa de Madrid, conocida por estos lares blogueros como doña Rogelia, se cansó (es mayor, la pobre) de decir que no se presentaría a unas nuevas elecciones municipales. Sin embargo, la donna é mobile, que dijo el músico, y su negativa no es ahora tan tajante.
Parece, pues, que habría cambiado de opinión. Las presiones de los suyos (con suyos como esos, para qué necesita adversarios) para que volviera a concurrir al frente de las listas de Ahora Madrid darían ya sus frutos. Algo que ha sido muy bien valorado por Rita Maestríper, para quien el tándem Carmena/Errejón constituye una muy buena idea.
Vamos a dejar a un lado el hecho de que, tras cuatro años, a los que pudieron votar neocom pensando que no eran neocom porque los candidatos no lo eran (teóricamente: a poco que uno rasque en la biografía de la ex abogada, ex juez y ex cremento humano verá que siempre ha sido más roja que los pimientos… rojos) ya se les habrá caído la venda de los ojos. Es decir, que se presente quien se presente como cabeza de cartel, el batacazo está (espero) casi asegurado.
Pero si uno no quiere hacer algo, y más a ciertas edades, no lo hace. Y punto. Si se presenta, es porque quiere, y si quiere, es porque siempre quiso. Ni presiones ni leches.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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