Cuando
los golpistas y sus simpatizantes presionaron a los empresarios hoteleros para
que dejaran de alojar a miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil,
un diputado (supongo que sería regional, no nacional) de Juntos por el sí dijo, probablemente creyéndose muy agudo y
gracioso, que los hoteles no suelen aceptar animales.
En
ese caso, y con todos mis respetos para los seres llamados irracionales, es
probable que a ese desecho humano no le alojen ni en una perrera. Mientras, el
ministerio del Interior, dando muestras de la falta de pulso que ha tenido,
aparentemente, el Gobierno en toda esta crisis, ha ido realojando a las fuerzas del orden en cuarteles y hoteles de Huesca y Castellón.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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