Cuando
se produjo lo que podríamos llamar el furor alejandrino, hace algo más de una
década, más o menos en sucesión me vi la película de Oliver Stone, leí la
trilogía de Manfredi y, finalmente, una biografía canónica del macedonio escrita por una tal Mary Renault.
De
las tres versiones, la que me resultó más interesante, entretenida o como
quiera llamarse fue, precisamente, la última. En esta década larga me he
enterado de que la tal Renault era lesbiana y que había escrito, además, una
trilogía novelada sobre Alejandro. Por lo tanto, cuando finalmente la compré y
me enfrenté a su lectura tenía una cierta curiosidad por saber cómo novelaría
una lesbiana la historia de un bisexual.
En
este primer volumen no se ve demasiado sesgo homosexual. Queda bastante claro
que Hefestión se siente atraído por Alejandro, no se sabe si amistosa o
sexualmente, y que el gran conquistador, más raro que un perro verde, parece
estar siempre como ausente, o mirando un poco más allá.
Por
lo demás, el ritmo me ha resultado un tanto sincopado o discontinuo, tanto más
cuanto más se aproximaba el final de la novela que termina, prácticamente, con
la muerte de Filipo de Macedonia. Veremos en el segundo volumen.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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