Y bien (o y mal, pero las frases hechas es lo que tienen), al final tuvo lugar el butifarrendum II, por mucho que el Gobierno, que ha evitado reprender a la policía regional (disolver el cuerpo es lo que habría que hacer, como muy bien ha señalado uno de mis hermanos), diga que no ha habido referéndum ni apariencia de tal.
No ha habido referéndum si por tal entendemos una consulta de opinión a la ciudadanía con unas mínimas garantías. Garantías que no ha habido: urnas llenas antes de empezar a votar, urnas sin vigilancia después de votar, ciudadanos (Cocomocho, la Click de la esponja vaginal, etcétera) votando no en su colegio electoral, sino donde les ha petado.
Pero esa falta de garantías, a esta gente le trae sin cuidado, como les trae sin cuidado el resultado –que ya se habrán encargado ellos de cocinar- y les trae sin cuidado el que sindicatos policiales vayan a denunciar a Trapero por su escandalosa actuación.
Y a los ciudadanos que han recibido porrazos… bueno, cuando alguien delinque, lo que cabe esperar en un Estado de Derecho es que caiga sobre él la fuerza de la Ley, sea el delinquidor Agamenón o su porquero. Así que leña al mono…
…y no me refiero a Carlos Puyol, uno de los pocos futbolistas recientes del Farça que me producía un cierto respeto como persona. Que un miserable como el charnego apoye el delinquir (es tan imbécil que al decir lo que está ocurriendo hoy en Cataluña es inadmisible, una vergüenza no se da cuenta que lo que define es precisamente el butifarrendum II) cabía esperarlo, pero que lo hiciera el que nos metió en la final del Mundial… se me han caído los palos del sombrajo, de verdad.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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