Tras
el anuncio de que, previsiblemente, el próximo Viernes comenzarán a ejecutarse
las medidas en aplicación del artículo 155 de la Constitución –teniendo en
cuenta que el Partido Popular posee la mayoría absoluta en el Senado, cámara a
la que corresponde la decisión, cualquier cosa que no fuera la aprobación sería
una sorpresa de proporciones mayúsculas-, los golpistas parecen haberse puesto
nerviosos, en plan con esto no contábamos.
Algunos se muestran a favor de convocar unas nuevas elecciones (y van…)
en la región, que según ellos serían constituyentes,
para desactivar la aplicación del
artículo 155. Lo que parece que ocurriría, en tal caso, es que Cataluña
seguiría siendo ingobernable, o lo sería todavía más. El bloque golpista
perdería algunos escaños, siendo la más beneficiada Izquierda Republicana: los Pedecatos, que en tiempos fueron todo en
la región, pasarían a ser la cuarta fuerza política, y los Clicks Unidos de Playmobil también verían disminuida su exigua
(aunque hoy por hoy determinante) representación. Todo quedaría, pues, en manos
de Cataluña sí se puede, la
franquicia neocom a nivel regional. Y
ya sabemos que de esos lo único que se puede esperar es que no se sabe qué
esperar de ellos, salvo que será malo para España.
Mientras,
Cocomocho parece que se inclina por aceptar
la invitación y comparecer ante el Senado, pero resistiéndose a renunciar a la
declaración de independencia. Comprendámoslo, el hombre quiere pasar a la Historia,
no a la histeria… Y su compinche Forcadell, demostrando que los golpistas son,
ante todo, una panda de groseros zafios y maleducados (sí, ya sé que las tres
palabras son casi sinónimas, pero aun así me quedo corto en la descripción),
eludió dirigir la palabra a los miembros de la oposición en la reunión de la
mesa de la asamblea legislativa regional.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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