jueves, 5 de octubre de 2017

Tontos del culo

Uno no sabe si los enemigos internos de la civilización occidental actúan como lo hacen por algún tipo de acomplejamiento o porque verdaderamente odian a dicha civilización… civilización que es precisamente la que les permite odiarla, ya que en otras culturas, al que manifiesta odio por el entorno cultural se lo extirpan de raíz, a la altura de la primera vértebra cervical, sobre poco más o menos.
Esta perifrástica forma de abordar la cuestión tiene que ver, como no podía ser de otra manera, con la confrontación con el Islam. Por mucho que les pueda molestar a los seguidores de Mahoma –y estoy seguro de que les molesta, y bastante-, el sustrato de la civilización occidental es básicamente judeocristiano. Y uno de los símbolos del cristianismo es la cruz, en la que murió Nuestro Señor. Precisamente por eso, por ser un símbolo, los musulmanes buscan hacerlo desaparecer de todas partes… hasta de la bandera de Suiza, por ejemplo (de los países escandinavos todavía no han dicho ni mu, pero es posible que allí haga demasiado frío para que se planteen invadirlos).
Y como en todas partes hay cretinos, algunos buscan poner la venda antes de la herida. Así, clubes como el Madrid o el Barcelona eliminan las cruces de sus escudos cuando juegan en algún país de Islamolandia (va a ser divertido el Mundial de Qatar, si finalmente se celebra); un cretino que presidió la comunidad autónoma de Aragón sugirió eliminar de su escudo las cabezas de cuatro moros; o una cadela alemana de supermercados ha eliminado recientemente las cruces cristianas de los envases de muchos de sus productos griegos con el objetivo de no ofender a la comunidad musulmana.
Algunos clientes de la compañía se percataron de que Lidl había censurado las cruces de la parte superior de las cúpulas y de la iglesia de Santorini en sus yogures y otros alimentos. La compañía alemana se ha visto obligada a pedir perdón por este hecho en los siguientes términos: Lo sentimos por cualquier ofensa causada por nuestra gama Eridanous. Revisaremos el diseño lo antes posible. Lidl se justificó en que no querían transmitir ningún punto de vista ideológico en el diseño de sus productos.
Los muy imbéciles no se dieron cuenta de que, buscando no ofender a la comunidad musulmana (comunidad que parece tener una epidermis muy delicadita), ofendían simultáneamente a la comunidad cristiana (de momento mayoritaria en Europa) y al sentido común.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: