Cuando
empezó todo esto del Covid-19, el estado de alarma y el confinamiento, puse en
mi muro de Facebook una imagen en la que aparecían los rostros de diversas
figuras de la izquierda (políticos, sobre todo, pero también artistas) y
un pie de foto que venía a decir que esa gente había puesto su ideología por delante
de nuestra vida, y que convenía que no lo olvidáramos.
Publicar
eso me generó algunos epítetos de todo menos elogiosos, así que dejé de hablar
de política en ese foro, aunque no me bajé de la burra; quiero decir, que
seguía de acuerdo con lo que decía la imagen. Y desde entonces, prácticamente
todo lo que he visto -vale, admito tanto el sesgo de confirmación como el que
sólo siga determinados medios de comunicación- me ha reafirmado en mi postura.
Porque
¿no es anteponer la ideología a cualquier otra cosa el regar de subvenciones a los artistas (paniaguados, habría que llamarles) cuando hay empresas que
probablemente tendrán que cerrar por el confinamiento salvaje al que nos está
obligando este desgobierno? ¿No es anteponer la ideología a cualquier otra cosa
el reírse en sede parlamentaria mientras alguien recuerda, desde la tribuna de
oradores, a un concejal asesinado por la banda terrorista de ultraizquierda?
¿No es anteponer la ideología a cualquier otra cosa el no dar los nombres de
los técnicos que deciden sobre la desescalada, aunque se les recuerde
que es lo mínimo en una democracia? ¿No es anteponer la ideología a
cualquier otra cosa que, cuando te preguntan por la falta de coherencia en las
cifras de fallecidos, hagan la gracia de decir que no saben si se debe a un accidente de tráfico enorme?
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario