Hace
diez días, el presidente del Partido Popular confirmó al presidente del
Gobierno de España que no votaría favorablemente a la prórroga del estado de
alarma por quince días más.
En
la sesión parlamentaria que se celebró, Casado -que es un buen orador- realizó
un brillante ejercicio de oratoria que habría justificado un voto negativo de
su formación a la petición gubernamental. Sin embargo, quizá por maricomplejinismo
-para no ser colocados en el mismo saco que Vox-, lo que hicieron finalmente
los populares fue abstenerse.
Sin
vocales
había establecido la disyuntiva de o prórroga o el caos. Pues bien,
parafraseando a Churchill, tuvimos la prórroga y tenemos el caos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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