Pocas
veces en la Historia, ya no de España sino incluso del mundo entero (y parte
del extranjero, como suele decirse), se habrá visto a un gobernante tan cortoplacista
como al actual presidente del consejo de ninistros de esta desgraciada
nación que es España.
Da
lo mismo de qué se trate, Sin Vocales dice lo que cree que su interlocutor
quiere oír, o lo que piensa que le va a hacer ganarse su voluntad, sin
importarle que cinco minutos antes haya manifestado una postura diametralmente
opuesta y que probablemente cinco minutos después volverá a hacerlo.
Pero
la mentira siempre ha tenido las patas muy cortas, y más aún en estos tiempos interconectados
en los que todo se sabe al instante y en los que las noticias, sean verdaderas,
falsas o mediopensionistas, se transmiten (literalmente) a la velocidad de la
luz. De nada le valdrá decir que su desgobierno ha actuado antes que nadie y mejor
que nadie si al poco tiempo se va a conocer un estudio del Deutsche Bank (una
institución que, como quien dice, acaba de llegar a esto de hacer estudios) que
deja en evidencia que si España destaca por algo es por tener los peores
indicadores sanitarios y económicos en numerosas categorías analizadas.
Por
ello, y por mucho más…
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